top of page


                                          Goliat el temible

 

Aprisionado en nebulosas
                       tras inmensidad de estrellas

Surge viviente el hijo del David endemoniado

                      su rostro triturado a punta de hondazos


Cálida roca en la herida abierta hacia adentro

 

Un triángulo solar en el desierto

Una pared que bebe de su sombra

La gran muralla de luz que nos protege

 

Somos el cuerpo pesado y la fuerza de nuestro infierno

                     Junto al terrible ejército de Caín
                                      nos encontramos aliados

La redención de nuestro Imperio
                     llega junto al puño y su hueste

Sepultados ecos del alma

 

La corneta de astros encendida bajo el agua
                                       trono de furia que cae a pedazos

 

Una guadaña jura haber dedicado pequeños algoritmos de felicidad a la tierra

 

Aurora boreal que llevamos en los hombros

Colores hechos eternidad

    

     Las singulares pinceladas que son nuestros ojos

          esparcidas brevemente en fugaces sueños:

Goliat se dirige hacia el paraíso con la cabeza de David
                  encerrada en su mano asesina de niños.

                                      Para Omar Jasso

 

                                           La misma canción que se repite en tu circo infame

 

        Confinado al rito, sumido en plegarias… me congelo. Atrapado en el desfogue, intoxicado de fierezas… me marchito.  Señor, ¿qué entiende usted por Poesía Negra? Espero hallar correspondencias y no discrepancias, soy ajeno a la enemistad, solo me gusta el teatro. En la extravagancia que le doy a mis máscaras entiendo como Poesía negra a una hembra que me ampara., un baluarte de imperfecciones que me brinda cierta naturaleza hermosamente sádica. Una vez la definí como la Poesía del Dolor, dolor padecido por todos… Las Sombras y los Castillos, el Dogma y la Melancolía, un sentimiento de podredumbre que se expande y nos contagia, este terror que encierran nuestros huesos tan beneficioso al principio, tan primitivo y necesario al final, no me deja conciliar el sueño, la pesadilla del insomnio nos traga y la llave de nuestras liberaciones permanece oculta en algún lugar secreto del cual nunca dibujaron el mapa. No pretendo contagiar el fuego de mis visiones, tampoco deseo alimentar el afán de cierta búsqueda que resulte innecesaria, trato de viajar sin equipaje. La locura de la que creí verme emancipado solo constituye el principio fundamental del fraude que resulta ser la existencia. Mi pecado entre los hombres es la soberbia. La pasión por los misterios del fondo marino y los enigmas de las esfinges me han terminado por incendiar el seso. Los eclipses me enseñaron como consuelo la vanidad de las escamas., siento confesar que al final de todas mis experiencias lo aprendido es lo mismo. El único rescate que tiene el ser como humano y como especie… Es el AMOR.    

                                              Phantes

 

El solsticio de amargura impenetrable
antiguas crónicas de guerra narradas desde la infinitud de la materia
La escuela de Poesía Negra no se instauró en Europa.

 

¡Es latinoamericana! ¡Latinoamericana compare!
 

Ensordecedora y solitaria
 

                      alma despojada de auténtica naturaleza
 

El Arma desprotegida de armas

Los disparos atravesando escudos de cuero,
                                       escopetas, macanas y huaracazos
 

¡Nuestra armadura de barro
                   soportará traumas encefalocraneanos!
 

Dañina tarea del tiempo
                    derrumbar colosos para construir batracios
 

Almas de hierro
                 soportando el eco de bastos fuegos artificiales
 

El trabuco humano que se compadece  

La Z que nunca derrumbamos

Son los zorros y sus iguanas de bronce: 
 

              El silencio azotado de los bosques
 

Las montañas que dibujan la piedad de su sombra
                                     aquellos a los que el mundo ofende
 

                   desgastada piedra
                   desgastado calor de panza

                   en tus labios de cruz
                   en tus gigantescas huellas
                   llora su amor
                                llora el sol, llora el concreto…

Sobreviví tres días en mercurio.

 

Calidez de la sangre del sembrío

             flores que Wiraqucha obsequia
 

Emplumados festines dibujan al anciano nigromante
 

                Despierta el licor en el vaso de agua
 

Bebo somnoliento el fuego purpura de las hojas
 

              Alejo la peste de mis viejos avatares

              Madura el silencio en su huerta
 

Sumido en una historia de cuchillos y pantanos
                                                   atrapo su velo rojo
 

                                   Carne de cabra
                                   guisados hirviendo la cola del mono
 

                El dolor de los metales agrieta la pútrida materia 

¡Librado el terror!
 

                                  Naciente voz Angélica.

goliat.jpg
Amoroso-abbraccio-universo-Frida-Kahlo.jpg
latinoamérica.jpg
wiraqocha.jpg

                                            Irrupción

 

Las inmaculadas hordas de ángeles
amenazan la iluminación del sonido
originando un festín de tribulaciones y misterios
endulzando las bisagras de la puerta definitiva
mientras los enemigos intentan abrirla en su espesura
arrinconando sus pistolas y machetes
van dando orden a un sin número de profanos ecos
creando en su cuerpo la armonía
dibujando la velocidad del orbe y sus sombras
terrores son todos los mamíferos prehistóricos
que aparecen de esas flautas ancestrales
horrores se aprietan en esas largas fabulas
y su misericordia es cuestión de ordenanza
No está escrito el perdón en sus puños
No está escurriendo la sangre del sello de sus ojos
Los tercos invasores intentan infringir caos y bulla
pero las cornetas que han fundamentado Todo petrifican sus intentos
pequeños diablillos de luz tenue
cándidos hijos de la orfandad
sus débiles tropas no son estandarte de victoria
sus melodramáticas congregaciones
se congestionan en su propio barullo
Los hombres son infantes llenos de luz trémula
Como pequeño escorpión
adherido al hombro de un hechicero iracundo
escucho recitar largos poemas de adoración
Los querubines se desentierran y los que no están invitados
se siguen esforzando
a todo lugar quieren derribar la puerta
no saben lo que les espera por dentro
no se imaginan la fuerza bestial que aterrizará
cuando intenten entrar de golpe
Aquí tan cerca
tras la muralla
se fabrica el panteón
Todas las lanzas afiladas y esperando ruines
Todas las cornamentas sometidas al grito de la brutalidad
Los diablillos ingresan
La masacre es inminente
pobres seres de ultratumba
soportar tal cantidad de ataques celestiales
pobres danzantes, pájaros y esclavos
pobres potestades, tétricas hordas…
la puerta sigue abierta y todo el infierno ha sido reducido a cenizas.

                                          Resistencia

 

No soporto más este silencio inagotable, estas rocas molidas,
estos trillados sueños

No soporto más estas manos que se cierran, estas voces que se cortan,
estos pasos que se agravan 
como pájaro enraizado he corrido sin tener mis alas
hasta fatigar el sueño
hasta culminar la sangre

No encuentro más horrendos viajes que los de seguir muriendo
la sombra que bulle inconsistente
la herida que cierra impenetrable

Como si los vientos estrujaran mis huesos
he pisado la mugre de mis dedos
sin saber siquiera cuando he de ir a morder suelo

Como un débil hombre repujado
sencillamente he comprendido
que he de valorar el miedo
que he de arrullar sus alas
como si la nada inmensa y moribunda me golpeara
como un bosque de rocas
como una prisión de magma burbujeante
he de valorar la noche oscura y sus pesadillas
su vibrante eco que difumina los pasos
su enarbolada visión que atestigua
la innumerable travesía de muertos
he de arrastrar mi tierra para contagiarme de lo insano
hasta demonificar mi alma
hasta que mis propias manos se incineren
he de recuperar mi aliento
cansado y fatídico en sus horas
diagonal y vertical en sus costumbres
he de aprisionar con mis huesos al terror
para que la locura consumida entre mis huellas
sea un tronco duro de roer para las termitas.

aab8f13a25a647de195b285c864f6caf.jpg
árbol.jpg

       Naturalmente, arbitrariedades que se agitan y nosotros quebramos

Dualidades descomunalmente déspotas
dactílico, trisilábico, dúctil
estoy en la mazmorra de los dedos diurnos y disfuncionales
estoy en la lírica de las luciérnagas y la poderosa densidad de tentáculos homicidas
Mirando el brillar de los ladinos lobos y sus aureolas de carabinera corbata
Alimentando hijos de otro nombre
Ensuciados de su propia frialdad,
frialdad de frustraciones con el ceño fruncido
 

Pinceles de piezas almacenadas en pisadas plastificadas
Pruebas occidentales de protozoarios enormemente planetarios
 

Los postulados no importan
¿Es el nuevo color que gime?
 

La canción que agitada responde a las tuercas
los engranajes y sus oficios de exportación grullesca
 

Como los anclajes tomados por el tiempo
Como las tragedias que siempre soñamos
 

Arrodillados siempre ante la fuerza mutilatoria de una naturaleza enormemente sádica
irrumpe en nuestro esqueleto el sentimiento asqueroso del olvido
 

La novedad de ser siempre el que hace sangrar las luces
 

Proclamándose vector entre vísceras
Proclamándose libertador entre libertarios
Sin rendir cuenta
Sin rendir manifestación por el cumulo de gentes
en un rabioso frenesí que rebalsa en las calles
 

Esas tiránicas ruedas 
 

También mueren.
 

a-lorenzetti-bad-government-tyranny1-800x553.jpg
bottom of page